Una alimentación adecuada,
una cama seca, ejercicio suficiente y un cuidado cariñoso son necesarios para
hacer del perro un miembro de la familia sano y feliz. Para asegurarse de que
complacerá a todos y se podrá adaptar al estilo de vida de la familia, el perro
debería ser elegido después de una reunión familiar, en la que se decida el
tamaño, su función, su pelaje, sexo, si se desea cruzado o con pedigrí.
Los criadores serios informan a los compradores sobre la
salud de los cachorros, y garantizan su pedigrí. En general, los cachorros
deben comprarse cuando tienen entre seis y ocho semanas después de ser
destetados y haber adquirido un desarrollo psicológico completo para que se
pueda establecer un lazo de unión con las personas de forma efectiva.Antes de la llegada del cachorro es conveniente comprar comida, recipientes, juguetes, un collar, una correa y una cama. Los dueños deben aprender cómo se sujeta correctamente al animal: una mano bajo las patas delanteras y la otra sujetando las traseras.
Pocas cosas prefiere hacer
un perro que no sea la de complacer a su amo. El adiestramiento para la
obediencia asegura unos buenos modales y cuando son enseñados correctamente
—utilizando el sistema de recompensas y nunca el castigo—, los perros disfrutan
realizando los ejercicios de obediencia. En muchos libros y manuales se describe
el adiestramiento básico paso a paso. También existen clases de adiestramiento
que organizan asociaciones de criadores, veterinarios y organizaciones. La
fuente ideal de información e instrucción para el propietario y único
responsable del perro es el club de su raza, donde los miembros comparten su
interés y su conocimiento sobre ellos.
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