Los leopardos cazan sólo por la noche y suelen pasar el
día dormitando entre la vegetación, en madrigueras de otros animales o, con más
frecuencia, sobre la rama de un árbol al que trepan con gran agilidad. Sus
presas favoritas son los monos y algunas especies de antílopes de tamaño
pequeño y mediano, a las que caza al acecho, pero cuando escasean estas presas también
pueden comer ratones de campo, puercoespines, papiones, artrópodos y fruta. Son
animales solitarios, excepto en la época reproductora; el periodo de gestación
dura alrededor de tres meses y la hembra pare una camada que oscila entre 1 y 6
cachorros, aunque lo normal son 2 o 3.
El nombre común de leopardo también se aplica a otras
especies relacionadas como son: el leopardo o pantera nebulosa, propio del
sureste de Asia, que posee un pelaje con manchas formadas por amplios bordes
oscuros sobre un fondo de color grisáceo o amarillento; y el leopardo de las
nieves, que habita en Asia central. El guepardo, aunque parecido al leopardo,
es una especie de félido totalmente diferente, con el cuerpo más esbelto y
garras desprovistas de uñas retráctiles, ya que es un animal adaptado a la
carrera.
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